Las acusaciones expuestas por una investigación de The Wall Street Journal sugieren que Tesla, la empresa de automóviles del poderoso empresario Elon Musk, no es tan sustentable como parece. Las denuncias incluyen irregularidades en la gestión de residuos peligrosos y en la emisión contaminante, y la falta de cumplimiento de las regulaciones ambientales, cuestionamientos que ponen en jaque la imagen de Musk y su objetivo de reducir la huella de carbono global. El hombre más rico de la Tierra manifestó su intención de revolucionar la industria automotriz con su visión sustentable y ecológica, pero en esta controversia en concreto se limitó a atacar al medio de comunicación que la ventiló.
La planta de Tesla en Austin, Texas, quedó en tela de juicio luego de que algunos antiguos empleados revelaran que, en momentos de alta demanda de producción, la fábrica no resolvió como correspondía problemas medioambientales, lo que tuvo como efecto la liberación de emisiones tóxicas durante meses. Otro dato relevante es que uno de los hornos de fundición no cerraba correctamente, lo que permitió la fuga de gases peligrosos y provocó un aumento significativo de las temperaturas dentro de la planta, con picos mayores a 38°C. Los denunciantes dijeron que, en esas instancias críticas, se priorizó la producción sobre la seguridad ambiental. También hubo advertencias por comportamientos similares detectados en la planta de Fremont, California.
La imagen de Elon Musk está en juego
La situación es compleja. Un ex empleado de Tesla presentó otra denuncia en la que alegó que “la empresa presionó a los trabajadores para ocultar problemas medioambientales ante las autoridades del Gobierno”. También SpaceX, otra empresa de Musk, enfrenta conflictos similares por la gestión de residuos sin los permisos necesarios en Texas.
Los cuestionamientos sobre el compromiso de sostenibilidad de Tesla se acumulan a las críticas que recibe Musk por el rumbo que adquirió X (ex Twitter) y el papel que aquel jugó en la victoria reciente de Donald Trump en los comicios estadounidenses. Ni Tesla ni Elon Musk dieron su versión sobre las denuncias de contaminación, que incluyen numerosos datos y detalles. El día de la publicación de la investigación de The Wall Street Journal, Musk se limitó a retuitear al usuario "Tesla Owners Silicon Valley" que defendía la visión ambiental de su fabricante de autos con este comentario: "los medios de comunicación tradicionales son una cloaca de mentiras".